lunes, 27 de abril de 2009

En proceso de...

... no lo sé exactamente. Siento que algunos cambios se producen en mí. No sabría explicarlo muy bien, ni el por qué de que estos se manifiesten de esta manera. He llegado a la conclusión de que existen infinidad de conclusiones posibles. ¿Será porque estoy siendo más egoísta y pienso más en mí?, ¿Será porque mi defecto de ser demasiado buena lo estoy perdiendo?, ¿Será porque estoy cansada de escuchar gilipolleces constantes?, ¿Será porque no merece la pena perder el tiempo en quién tampoco lo tiene para mí?, ¿Será porque me han decepcionado tantas veces que ya ni padezco?, ¿Será por haber tragado tanto? Sea lo que sea ha producido una alarma en mí que no llego a comprender del todo. He aceptado cambios, o quizás hay momentos en los que vuelvo a creer que no, pero las dudas siempre vuelven, las decepciones, el no entender nada de lo que ocurre. Quizás la culpa sea mía por querer que lo bueno que tengo en la vida se iba a quedar por mucho más tiempo, y a pesar de que lo creo todavía mis ilusiones se desvanecen muy lentamente. Y esto no es de ahora ni mucho menos... viene de bastante tiempo atrás, pero ahora, según pienso, se habrá acumulado hasta el punto de hacerme cambiar y ser más "mala" ante aquello que me hizo y hace tanto mal. Por desgracia hay cosas que debo seguir teniendo en mi día a día inevitablemente. Es muy fácil decir que debes hacer algo, no tengáis dudas de que de haberlo podido hacer ahora no estaría escribiendo esto. Afortunadamente no todo es tan negro y existen muchos bonitos colores por los que sonreír y los que te enseñan que tu esencia es única y lo más bonito del mundo.

Siempre agradeceré una y mil veces a todas esas personas que están a mi lado todo lo bueno que me aportan. Nuestras relaciones hablan por si solas de todo lo que hemos convivido y solo nosotros podemos entender absolutamente todo lo que nos une. He de decir que sois muy pocos, menos de lo que yo imaginaba, pero por nada del mundo os cambiaría.

viernes, 10 de abril de 2009

El eterno retorno

No se muy bien como podría redactar todo lo que pasa por mi mente. Son tantas preguntas sin respuesta concreta, tantas incógnitas sin resolver. Pero así es el mundo, en el que convivimos unos con otros, personas diferentes aunque sea en el más mínimo detalle. Esa diversidad conlleva a que haya conflictos, malentendidos... y no es algo malo si se ve desde el punto de vista de que, de no ser así y si todos fuésemos iguales, seria una monotonía constante que aunque parezca increíble, llegaría a ser negativa y agobiante.

No obstante, y por desgracia, estas diferencias existentes no se pretenden minimizar. Nos dejamos llevar por nuestros pensamientos y actuaciones sin casi nunca darnos cuenta de las consecuencias. Nos quedamos encerrados en nuestro propio ego y no damos oportunidad de ver nuestros errores y fallos y, lo más importante, tampoco corregirlos. Damos por echo que siempre poseemos lo correcto y los demás están equivocados.

Este podría ser el camino fácil, esperar a que todo se nos venga de la mejor manera posible como por arte de magia. Preferimos que los demás hagan cosas por nosotros y nosotros apenas damos el brazo a torcer ante esas situaciones de conflicto. Si dos no reman jamás saldremos de la tormenta. Y la verdad es que me da mucha pena que el orgullo gane a la humildad y más aun sabiendo que esta segunda da muchas más satisfacciones y ayuda a que la convivencia de los unos con los otros sea más llevadera y más especial.

Lo realmente valorable es cuando luchamos por lograr esas cosas buenas que la vida y el mundo nos ofrecen y que tendemos a olvidar. Jamás arrepentirse de haber luchado por algo que no hemos podido alcanzar a pesar de todo el esfuerzo invertido. Estar para y por los tuyos, los que realmente valoras y que te hacen feliz, los que acuden en lo bueno y en lo malo y los que no te juzgarán jamás según tus gustos y valoraciones personales.

Quisiera encontrar las palabras y las expresiones correctas para poder redactar todo lo que me gustaría decir. Aún así, a grandes rasgos y muy brevemente esto podría ser un resumen del eterno retorno de unas características humanas. Salir de una(s) tormenta(s) para entrar nuevamente en otra(s). Y puedo afirmar que a pesar de los golpes te puedes hacer más fuerte, aprendes y tomas nota para nuevas tormentas que se avecinen. En ocasiones quizás sea tarde, pero siempre existe el momento y la opción de rectificar y encarrilar las circunstancias hacia la mejoría. Y para todo ello solo se necesita una cosa: remar en la misma dirección.